El síndrome coronario crónico engloba los síntomas y signos de la enfermedad del corazón cuando esta se encuentra estable, ya sea antes o después de un evento más grave. Es importante diferenciar este tipo de síndrome de otras afecciones similares, como la enfermedad de los vasos sanguíneos más pequeños del corazón, para así poder ofrecer el tratamiento más adecuado.
Durante el Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC 24 de la Salud Cardiovascular), se llevó a cabo una mesa de controversia titulada «Orbitando en el síndrome coronario crónico: ¿tenemos clara la mejor opción terapéutica?», donde dos expertos, el Dr. Carlos Escobar y la Dra. Miren Tellería, debatieron sobre el manejo del síndrome coronario crónico (SCC).
Ambos especialistas coincidieron en la importancia de realizar estudios funcionales en pacientes sin lesiones significativas, pero sus enfoques sobre el tratamiento variaron considerablemente. El Dr. Escobar, cardiólogo clínico del Hospital General de La Paz en Madrid, argumentó que la presencia de angina en pacientes crónicos es un indicativo de problemas subyacentes y que la optimización del tratamiento debe ser la primera opción. «Si el paciente presenta angina, significa que algo no está bien y tendrá más eventos. Cuanto más bajo sea el umbral para tener isquemia, peor», afirmó.
Por su parte, la Dra. Tellería, hemodinamista del Hospital Universitario de Donostia, cuestionó la eficacia del tratamiento médico prolongado en ciertos pacientes, sugiriendo que hasta un 20% de ellos no presentan disfunción ni enfermedad obstructiva coronaria. «¿Durante cuánto tiempo les vamos a dar tratamiento médico?», se preguntó, enfatizando la necesidad de reevaluar el enfoque terapéutico en estos casos.
El Dr. Escobar también destacó la desigualdad en el tratamiento óptimo de pacientes con SCC, señalando que solo un 30% de ellos recibe la atención adecuada, lo cual depende no solo del médico, sino también del cumplimiento del paciente con el tratamiento. La Dra. Tellería complementó que, tras el cateterismo, aunque no se suspende el tratamiento farmacológico, este sí se reduce, lo que plantea la cuestión de cómo manejar estos casos a largo plazo.
Ambos expertos coincidieron en que el cateterismo tiene sus días contados gracias a la llegada de pruebas no invasivas mejoradas y a los avances en inteligencia artificial, que permitirán un mejor análisis de la vulnerabilidad de las placas. El moderador de la mesa, Dr. Román Freixa, del Hospital de Sant Joan Despí, Moisés Broggi, añadió que la tomografía computarizada coronaria a menudo sobreestima las lesiones, lo que puede complicar el diagnóstico.
La Dra. Tellería también reflexionó sobre la adaptación del tratamiento en función de la angina, citando un estudio del Hospital de Navarra que demostró que pacientes mayores de 75 años que realizaron ejercicios activos durante su ingreso mostraron menos deterioro físico y cognitivo que aquellos que recibieron atención convencional.
El debate evidenció la necesidad de un enfoque más personalizado y flexible en el manejo del síndrome coronario crónico, mientras que los avances tecnológicos prometen revolucionar la forma en que se diagnostican y tratan estas condiciones en el futuro.
Por otro lado, la inteligencia artificial está revolucionando el campo de la cardiología. En los próximos años, se espera que los algoritmos permitan predecir con mayor precisión la estabilidad de las placas de ateroma, lo que facilitará enormemente la toma de decisiones sobre el tratamiento más adecuado para cada paciente.
El Dr. Escobar menciona: «En mi hospital, planteamos una coronariografía invasiva para síndrome coronario crónico en pacientes con síntomas graves y refractarios al tratamiento médico; en la angina típica a niveles de esfuerzo no aceptables para el paciente o el médico, o cuando en la evaluación clínica se vea un alto riesgo de eventos. También para pacientes con disfunción severa del ventrículo izquierdo y sospecha o diagnóstico de enfermedad del tronco o multivaso. Es imposible someter a cateterismo a todos los pacientes con síndrome coronario crónico, primero porque no todos se van a beneficiar, y segundo porque muchos quedan asintomáticos o con un nivel aceptable de angina con el tratamiento médico».
A su vez, la Dra. Tellería comentó: «Cada vez realizamos más pruebas y continuamos el estudio con estenosis pequeñas; además, cuanto más haces, menos tiempo te llevan, porque no debemos olvidar que algunos pacientes hacen vasoespasmo, aunque sea microvascular».