La artritis psoriásica se da en el 30 por ciento de personas con psoriasis. Sin embargo, un estudio sugiere que hasta dos tercios de las personas con artritis psoriásica no han recibido un diagnóstico de un reumatólogo.
Como la artritis psoriásica es tan compleja, el tratamiento puede ser difícil. El mismo estudio sugiere que hasta el 60 por ciento de las personas con artritis psoriásica no responden bien a los tratamientos tradicionales.
El tratamiento de la artritis psoriásica tiene como objetivo reducir los síntomas, mejorar la función articular y prevenir el daño permanente.
Medicamentos
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs): Para aliviar el dolor y la inflamación.
Corticosteroides: Para reducir la inflamación severa, aunque su uso prolongado se evita debido a los efectos secundarios.
Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad (FAMEs): Como el metotrexato, que ayudan a ralentizar la progresión de la enfermedad.
Biológicos: Fármacos dirigidos que bloquean componentes específicos del sistema inmunitario, como los inhibidores del TNF, IL-17 e IL-23.
Terapias Complementarias
Fisioterapia: Para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones.
Terapia Ocupacional: Para ayudar a los pacientes a realizar sus actividades diarias con mayor facilidad y adaptarse a las limitaciones funcionales.
Cambios en el Estilo de Vida
Ejercicio Regular: Mantiene las articulaciones flexibles y reduce la inflamación.
Dieta Saludable: Una alimentación balanceada ayuda a controlar el peso y reducir la presión sobre las articulaciones.
Manejo del Estrés: Técnicas como el yoga, la meditación y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a manejar el estrés, que puede exacerbar los síntomas.
Tratamientos Locales
Inyecciones de Corticosteroides: Directamente en las articulaciones afectadas para un alivio rápido.
Terapias Tópicas: Cremas y ungüentos para tratar las lesiones cutáneas de la psoriasis.
La artritis psoriásica es una enfermedad compleja que requiere un enfoque multidisciplinario para su diagnóstico y tratamiento. La intervención temprana y un manejo integral son esenciales para mejorar la calidad de vida de los pacientes y prevenir el daño articular irreversible.
Si experimentas síntomas como dolor articular, hinchazón o cambios en la piel y las uñas, consulta a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
Fuentes consultadas: Organización Mundial de la Salud (OMS), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, la Sociedad Americana de Reumatología (American College of Rheumatology), la Arthritis Foundation y el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Músculoesqueléticas y de la Piel.