AUTORA: Dra. Maricelly Santiago Ortiz
Científica, Embajadora y Comunicadora en Salud
Llega el verano y todos nos ponemos contentos para tomar un tiempo para descansar, meditar y retomar energías. En vacaciones, por lo general, es muy común que cambiemos los hábitos alimenticios, sueño e insertamos nuevos pasatiempos. ¡Déjese la oportunidad de hacerlo, vivimos tiempos acelerados y de poco descanso! El descanso, el poder despejarse, compartir con otras personas es parte de cómo nutrimos nuestra calidad de vida. Ciertamente para que nuestro sistema funcione, debemos optimizar nuestra calidad de vida y un paciente de cáncer ni su familia no son la excepción.
Según el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, la calidad de vida de un paciente de cáncer no es negociable. Desde el momento del diagnóstico, tratamiento y rehabilitación; el paciente debe recibir dichas atenciones y ser cuidadoso en las esferas que integran el cuidado de sus emociones, cuidado físico y bienestar. ¿Y qué mejor que tomar unas vacaciones aún cuando el paciente tiene la condición? Sí, sí es posible hacerlo. En ocasiones, pensamos que nuestros pacientes no pueden tomar vacaciones o tiempos de descanso, por su delicada condición. Sin embargo, si se hace un plan con antelación de la mano del oncólogo y se toman las precauciones indicadas, cuidamos al paciente y fomentamos su bienestar como parte de su proceso en la enfermedad.
El paciente es libre de seleccionar el tipo de vacaciones que escogerá, pero dependerá de varios factores muy importantes, tales como su edad, género, tipo de cáncer, fase de la enfermedad y el estadío del cáncer. Estos factores son bien importantes a la hora de tomar una decisión para seleccionar el destino de las vacaciones del paciente y su familia. De esta manera, el paciente con calma puede pensar que tipo de aventura quisiera experimentar para desconectarse en cierta medida de lo que se encuentra viviendo.
Se sugiere que sean vacaciones en donde lo que el paciente vaya a experimentar no sean ejercicios extremos que puedan causar algún efecto en el paciente de manera adversa.
Cabe destacar que como familia se debe planificar con tiempo las vacaciones, teniendo en cuenta el tipo de tratamiento oncológico al que se está sometiendo el paciente y el progreso que el paciente está demostrando ante el mismo. Aún si el paciente decide planificar en familia sus vacaciones, se recomienda que el paciente le comparta a otras personas cercanas o de confianza, que estarán de vacaciones detalles importantes por si ocurre una emergencia. También se recomienda altamente que tanto los familiares y personas allegadas tengan los números de contacto de cada uno en caso de emergencia con el paciente y el centro donde ese paciente está siendo atendido.
Si el paciente está en tratamiento es importante que el paciente y la familia hablen con el especialista para que el paciente no detenga su tratamiento y poder utilizar intervalos entre ciclos de tiempo adecuados y dictados por el doctor. En ocasiones, se puede flexibilizar los ciclos de tratamiento con ciclos de descanso y el paciente así puede disfrutar de algunos días de verano y días más normales.
Le compartimos algunos otros consejos independientemente el destino que el paciente decida escoger que son útiles:
Consejo 1: Hidrátate con agua, frutas, o batidos , para evitar los golpes de calor y muy importante evitar el alcohol o sustancias con cafeína.
Consejo 2: Proteger la piel con bloqueador solar y evitar estrictamente estar expuesto al sol desde las 10 am hasta las 3 pm, usando ropa suave y cómoda en algodón.
Consejo 3: Si usa pañuelos, por la caída del cabello, use telas suaves y naturales, sin costuras, para sentirse más fresco. En adición, esto le ayuda a que pueda evitar el uso de pelucas que son pesadas o calurosas, ó si decide usar su peluca, puede usar pelucas hipoalergénicas .
Consejo 4: Es importante tener bien identificados centros o clínicas médicas por si surge algún imprevisto de salud, no tome riesgos innecesarios.
Consejo 5: Se sugiere vigilar los alimentos que estén bien cocidos al comer y no crudos. Lleve la alimentación que su dietista le haya sugerido y no incorpore alimentos que no hayan sido recomendado para usted.La alimentación es vida.
Consejo 6: Fomentar la higiene a través del lavado de las manos con agua y jabón si van a estar en el exterior.
Consejo 7: Tomar baños durante el día así cuando lo necesiten con productos libres de sulfatos, metales, alcoholes y parabenos.
Consejo 8: Tenga sus medicamentos especializados con usted en todo momento, aún cuando sienta que no los necesita. Mantenga con usted las repeticiones de sus medicamentos por si los sistemas tecnológicos fallan.
Consejo 9: Descanse de ser necesarios por momentos si su cuerpo así lo necesita. Descansar es medicinal.
El incorporar estos consejos y medidas de precaución ayudarán al paciente y a sus familiares a disfrutar el verano y evitar posibles riesgos de salud durante el tratamiento oncológico. Esperamos que estos consejos sean útiles para usted y sus familiares. ¡Disfruten su verano!