¡Victoria histórica! Guinea pone fin a la enfermedad del sueño

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La enfermedad del sueño es causada por parásitos transmitidos por moscas tsetsé infectadas y es endémica en 36 países del África subsahariana.

En el año 2012, un equipo de científicos e investigadores navegaba por el río Fatala, en la localidad de Boffa, Guinea, para implementar una estrategia innovadora contra la tripanosomiasis africana humana (THA), también conocida como la enfermedad del sueño. Su objetivo: colocar pequeñas dianas azules impregnadas con insecticida, llamadas tiny targets, para combatir la propagación de la mosca tsetsé, principal vector de la enfermedad.

Trece años después, esos esfuerzos han dado frutos. En enero de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la eliminación de la enfermedad del sueño como un problema de salud pública en Guinea. A principios de los 2000, el país registraba la mayor cantidad de casos en África Occidental; hoy, solo reporta 12.

Una estrategia efectiva contra la enfermedad

La enfermedad del sueño es causada por el parásito Trypanosoma y se transmite a través de la picadura de la mosca tsetsé. Sus síntomas incluyen fatiga extrema, alteraciones del sueño y psicosis, pudiendo ser mortal sin tratamiento. En Guinea, el hábitat ideal de la mosca se encuentra en los densos manglares. Entre 2007 y 2012, el diagnóstico y tratamiento no lograban reducir significativamente los casos, por lo que los investigadores optaron por el control vectorial con las dianas azules.

El equipo desplegó estas pantallas en los manglares y, al regresar un año después, descubrió que en la orilla donde se habían colocado había tres veces menos casos. Sin embargo, la llegada del ébola en 2013 paralizó la lucha contra la enfermedad del sueño. A pesar de ello, las comunidades continuaron utilizando las tiny targets, lo que ayudó a mantener la reducción de casos.

Cuando los investigadores volvieron en 2016, encontraron que la zona sin pantallas había sufrido un aumento alarmante de casos, mientras que donde se habían colocado las dianas azules no se registraban nuevos contagios. Estos resultados convencieron a la OMS de incluir el control vectorial en sus estrategias de lucha contra la enfermedad.

Avances en diagnóstico y tratamiento

El progreso también se ha dado en el ámbito médico. Antes de 2009, el tratamiento incluía el uso de melarsoprol, un derivado del arsénico altamente tóxico. En 2018, la aprobación del fexinidazol permitió un tratamiento oral de 10 días sin necesidad de hospitalización. Ahora, se espera que en 2026 se apruebe el acoziborole, una única dosis oral que podría marcar el fin definitivo de la enfermedad.

La información como herramienta clave

El combate contra la enfermedad del sueño también se ha fortalecido con la comunicación. La Radio Rural de Forecariah, creada en 2015 durante la crisis del ébola, se ha convertido en un canal esencial para informar a la población sobre síntomas y tratamientos, ayudando a los equipos médicos a llegar a las comunidades más remotas.

Un reto pendiente: la eliminación total

Si bien la OMS ha declarado la eliminación de la enfermedad del sueño como un problema de salud pública, el objetivo final es lograr la cero transmisión para 2030. En enero de este año, se confirmaron dos nuevos casos en Dubreka, lo que evidencia la necesidad de mantener las estrategias de vigilancia, prevención y tratamiento.

El camino ha sido largo, pero la victoria de Guinea contra la enfermedad del sueño demuestra que la ciencia, la innovación y la colaboración comunitaria pueden erradicar enfermedades olvidadas y cambiar el destino de miles de personas.

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