Expertos advierten sobre los efectos nocivos del consumo excesivo de azúcar, especialmente a través de bebidas industrializadas.
Las bebidas azucaradas, presentes en la dieta diaria de millones de personas, se han convertido en una de las principales fuentes de azúcar añadida en la alimentación, donde la mayoría de la población supera con creces los 25 gramos diarios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque el azúcar proporciona energía al organismo, su consumo excesivo está vinculado con un creciente número de enfermedades crónicas.
“El azúcar tiene como función principal proporcionar la energía que el organismo necesita para el funcionamiento de los distintos órganos. No obstante, es importante controlar su ingesta, ya que el consumo excesivo puede tener consecuencias negativas para la salud”, mencionan los autores del estudio.
Investigaciones científicas recientes han asociado el alto consumo de estas bebidas con condiciones como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial e incluso alteraciones en la salud mental, ósea y reproductiva.
Aunque algunos mecanismos biológicos aún son objeto de estudio y debate, la evidencia acumulada ha sido suficiente para emitir recomendaciones claras: reducir o evitar el consumo de bebidas azucaradas y promover un estilo de vida activo.
La comunidad médica insiste en que la prevención es clave para frenar los efectos de esta epidemia silenciosa. Adoptar hábitos saludables, como una alimentación balanceada y actividad física regular, no solo reduce el riesgo de enfermedades, sino que mejora significativamente la calidad de vida.
Fuente consultada: AQUÍ