Medicamentos dirigidos transforman la forma de vivir con leucemia crónica

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Dra. Mariola Vázquez, especialista en trasplante de médula ósea y terapia celular en el Hospital Auxilio Mutuo. Foto PHL.

La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que afecta principalmente a los glóbulos blancos. Según explicó la Dra. Mariola Vázquez, especialista en trasplante de médula ósea y terapia celular en el Hospital Auxilio Mutuo, existen dos grandes categorías: agudas y crónicas, con características y tratamientos muy diferentes.

“Usualmente este cáncer ocurre en la médula ósea, que es el tuétano de nuestros huesos, el lugar donde se producen las células sanguíneas”, señaló la especialista. Cuando ese proceso falla, surgen células defectuosas que pueden convertirse en leucemia.

En el caso de la leucemia crónica, la doctora explicó que estas células tienden a ser más maduras y, en un inicio, pueden seguir cumpliendo parte de su función normal. “El paciente a veces parece que está desapercibido de que tiene una leucemia, incluso puede seguir su vida normal. No es hasta que hay una acumulación grande de estas células en la médula que empiezan los síntomas”, comentó.

Entre las señales de alarma están la fatiga, pérdida de peso, fiebre, sudoraciones nocturnas excesivas y, en algunos casos, el agrandamiento del bazo, el hígado o los ganglios linfáticos. Sin embargo, el diagnóstico suele llegar a través de un examen de sangre de rutina.

“Lo más común es que un CBC (conteo sanguíneo completo) muestre anormalidades, como hemoglobina baja, plaquetas alteradas o glóbulos blancos demasiado altos o bajos”, explicó la doctora Vázquez. Ante esta sospecha, el paso determinante es una biopsia de médula ósea, que permite precisar el tipo de leucemia y definir el tratamiento adecuado.

Tratamientos menos agresivos y mayor esperanza de vida

A diferencia de las leucemias agudas, que suelen requerir quimioterapia intensiva y trasplantes de médula ósea, las crónicas hoy cuentan con terapias más dirigidas.

“Antes, muchos pacientes con leucemia crónica terminaban en un trasplante de médula ósea. Hoy en día, gracias a los medicamentos dirigidos, pueden vivir muy bien sin necesidad de ese procedimiento”, destacó la especialista.

Entre estas opciones se encuentran terapias orales, inmunoterapias y tratamientos que actúan específicamente sobre las alteraciones genéticas de cada paciente. Este enfoque ha permitido transformar la leucemia crónica en una condición controlable a largo plazo.

“Cada leucemia es individual. La genética juega un rol muy importante en la decisión de tratamiento y eso nos permite personalizar las terapias”, añadió la Dra. Vázquez.

La especialista también señaló que enfrentar la leucemia requiere un enfoque multidisciplinario que no solo atiende la enfermedad, sino también la salud emocional y social de los pacientes.

“El cáncer es un camino fuerte, tanto para el paciente como para la familia. Es clave mantener una comunicación cercana con el equipo médico y contar con el apoyo integral que ofrecen psicólogos, trabajadores sociales, infectólogos y enfermería”, puntualizó la Dra. Vázquez. 

Con los avances actuales, la leucemia crónica ya no significa necesariamente un pronóstico inmediato de riesgo vital, sino una condición que puede ser tratada de manera efectiva, mejorando la calidad y expectativa de vida de quienes la enfrentan.

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