La Sociedad Americana del Cáncer (ACS) publicó nuevas guías que incorporan el uso de pruebas de VPH mediante self-swab o auto-hisopado para el tamizaje del cáncer cervicouterino. Esta actualización llega tras la aprobación de la FDA de tres pruebas auto-administradas que detectan los tipos de VPH de alto riesgo responsables de la mayoría de los cánceres de cuello uterino.
Expertos confían en que esta innovación aumente las tasas de detección, especialmente entre mujeres que evitan el examen pélvico tradicional por incomodidad o dolor.
El VPH, un marcador directo del riesgo de cáncer cervical
La evidencia científica ha demostrado que el Virus del Papiloma Humano es el factor determinante en el desarrollo del cáncer cervicouterino. Por ello, la prueba de VPH ha desplazado al tradicional Papanicolaou como el método preferente para el tamizaje.
“Sabemos que detectar VPH es detectar cáncer cervicouterino. Esto brinda más opciones a las mujeres”, explicó Jane Montealegre, profesora asociada de ciencias del comportamiento en MD Anderson Cancer Center.
Hasta ahora, las pruebas de VPH se realizaban igual que un Pap test: mediante células tomadas directamente del cuello uterino. Pero desde 2024, la FDA aprobó tres pruebas auto-administradas que permiten a las pacientes recolectar su propia muestra con un hisopo vaginal, ya sea en el consultorio o incluso en su hogar.
Los nuevos kits funcionan de forma sencilla: la paciente recibe un hisopo, ingresa a un espacio privado, como el baño o una sala de examen y toma la muestra ella misma. Luego, esta se envía al laboratorio para su análisis.
Robert Smith, epidemiólogo del cáncer y autor principal de la actualización de la ACS, destacó que esta modalidad reduce barreras y facilita la adherencia a los programas de prevención. Una de las pruebas aprobadas por la FDA incluso permite realizar el autoexamen en casa y enviar la muestra por correo, ampliando el acceso para comunidades rurales o con limitaciones de tiempo.
Tendencias en reducción de casos y brechas en tamizaje
Las tasas de cáncer cervicouterino han disminuido de forma sostenida en Estados Unidos desde la década de 1970, gracias a la mejora en los programas de tamizaje y a la vacunación contra el VPH, autorizada desde 2006. Existen alrededor de 40 tipos de VPH que pueden infectar la zona genital, pero solo 13 son considerados de alto riesgo y causan casi todos los cánceres cervicales.
A pesar del progreso, más del 20% de las mujeres estadounidenses no están al día con sus pruebas de tamizaje, según un estudio publicado en JAMA Network Open. Las pruebas auto-administradas podrían ayudar a cerrar esta brecha.
Tanto la ACS como el U.S. Preventive Services Task Force coinciden en que la prueba de VPH es la opción preferente. Las guías contemplan lo siguiente:
- Prueba de VPH cada 5 años como método principal de tamizaje.
- Si el resultado es positivo, el médico debe realizar pruebas adicionales.
- Alternativas aceptadas:
- Papanicolaou cada 3 años, o
- Pruebas combinadas (VPH + Pap) cada 5 años.
- Papanicolaou cada 3 años, o
Un paso clave hacia la prevención accesible
La incorporación de pruebas auto-administradas representa un avance significativo en la salud pública. Al ofrecer una opción más cómoda y accesible, se espera que más mujeres se mantengan al día con su tamizaje, lo que podría reducir aún más la incidencia del cáncer cervicouterino y mejorar la detección temprana.
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