Un equipo de científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha dado un paso significativo en la lucha contra el cáncer al desarrollar una innovadora combinación de terapias que promete eliminar tumores sin causar los efectos secundarios debilitantes de la radioterapia convencional. Este avance, publicado recientemente en la prestigiosa revista Cancer Research, podría transformar la forma en que tratamos ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga y pulmón.
El problema de la radiación y terapias actuales para el cáncer
La radiación es una herramienta poderosa contra el cáncer, ya que puede destruir células tumorales de manera eficaz. Sin embargo, este enfoque no distingue entre células cancerosas y sanas, lo que con frecuencia provoca efectos secundarios graves como fatiga extrema, pérdida de peso y daños en los tejidos circundantes. Esta limitación ha motivado la búsqueda de terapias más selectivas que preserven la salud general del paciente.
De hecho, uno de los problemas más frecuentes en pacientes con cáncer es la debilidad y efectos secundarios que provoca el tratamiento con radiación, lo que los expone a infecciones secundarias que podrían agravarse hasta el punto de llevarlos a la muerte.
Un «golpe doble» contra el cáncer
La nueva terapia desarrollada en la UCSF utiliza un enfoque de “golpe doble” para atacar exclusivamente las células cancerosas. Primero, emplea un fármaco dirigido a KRAS, una proteína conocida por ser una de las más comunes y agresivas en mutaciones cancerígenas o tumores malignos. Estas mutaciones en KRAS fomentan el crecimiento descontrolado de las células, lo que está relacionado con hasta un tercio de todos los casos de cáncer.
El doctor Kevan Shokat, también de la UCSF, fue pionero en desarrollar medicamentos capaces de unirse al KRAS mutado. Aunque estos medicamentos lograban reducir los tumores temporalmente, el cáncer solía regresar debido a su capacidad para desarrollar resistencia. A pesar de esta limitación, el equipo liderado por el profesor Charly Craik vio una oportunidad única: usar los medicamentos KRAS no solo para reducir los tumores, sino para marcarlos de manera permanente, haciéndolos más visibles para el sistema inmunológico.
El siguiente paso fue armar anticuerpos con cargas radiactivas que se dirigieran específicamente a las células marcadas por KRAS. Este enfoque permite administrar una dosis de radiación extremadamente precisa, suficiente para destruir las células cancerosas sin afectar los tejidos sanos. Disminuyendo así, la reincidencia que anteriormente no lograba con la acción única de los medicamentos KRAS. Afortunadamente, la innovación no solo eliminó tumores en ratones con cáncer de pulmón y vejiga, sino que también evitó los efectos secundarios típicos, como el letargo o la pérdida de peso asociados a dicha la terapia con radiación.
Desafíos y próximos pasos en el tratamiento del cáncer
A pesar de estos resultados prometedores, el camino hacia su aplicación clínica a gran escala no está exento de desafíos. Las células cancerosas pueden presentar variaciones en la forma en que muestran KRAS en diferentes pacientes. Por ello, el equipo está trabajando en el desarrollo de anticuerpos más versátiles y personalizados para garantizar que la terapia funcione en una amplia variedad de personas.
«Lo emocionante de este método es que nos permite usar solo la cantidad de radiación necesaria para combatir el cáncer, minimizando el daño al cuerpo», señala Craik. Además, la terapia podría prevenir la resistencia al cáncer, ya que actúa con rapidez antes de que las células malignas desarrollen mecanismos para evadir el tratamiento.
Un futuro esperanzador para los pacientes con cáncer del mundo
Este avance abre la puerta a una nueva era en la medicina oncológica, donde los tratamientos sean tanto efectivos como seguros para los pacientes. Si bien los resultados iniciales se han obtenido en modelos animales, los científicos están optimistas de que este enfoque también pueda ser eficaz en humanos. Las investigaciones en curso buscan afinar los detalles y preparar el terreno para ensayos clínicos en pacientes humanos.
La innovación del equipo de la UCSF podría redefinir cómo enfrentamos al cáncer, ofreciendo no solo esperanza, sino también una mejor calidad de vida para quienes luchan contra esta enfermedad. Conforme el trabajo avance, podríamos estar un paso más cerca de transformar el cáncer de una enfermedad devastadora a una condición tratable y controlable.