Un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles ha desarrollado un innovador bolígrafo con inteligencia artificial y tinta magnética, este es capaz de detectar el párkinson en etapas tempranas. Es un dispositivo de bajo costo y fácil distribución, sin duda podría convertirse en una herramienta clave para el diagnóstico temprano en regiones donde tengan pocos o limitados recursos médicos.
El bolígrafo utiliza ferrofluido, una tinta que contiene diminutas partículas imantadas, permitiendo que al escribir, el movimiento de la tinta genere señales eléctricas que son procesadas por una red neuronal para identificar patrones característicos de la enfermedad.
Detección precisa
Gracias a su sistema de detección que se basa en el análisis del trazo y los movimientos al escribir, estos pueden ser en el aire o sobre cualquier superficie, el bolígrafo logra distinguir la letra de una persona con párkinson con una precisión de hasta 96,22 %, según el estudio publicado en Nature Chemical Engineering.
No requiere baterías ni fuentes de energía externas, ya que su punta magnetoelástica, combinada con el ferrofluido, genera electricidad de forma autónoma al interactuar con el campo magnético. Este principio responde a la ley de inducción de Faraday, lo que permite que el dispositivo funcione en cualquier entorno.
Pruebas con pacientes y escritura sencilla
En las pruebas iniciales participaron 16 personas, de las cuales 3 tenían diagnóstico de párkinson. Los voluntarios realizaron tareas de escritura simples, como dibujar líneas onduladas, lo que permitió obtener señales claras sin importar su nivel de alfabetización o dominio del idioma.
Los investigadores detectaron que las personas con párkinson generaban señales eléctricas menos pronunciadas, que se relacionan con las irregularidades motoras típicas de la enfermedad. La IA procesó estos datos y logró diferenciar a los pacientes con gran exactitud.
Una solución accesible para comunidades vulnerables
Este avance tecnológico podría tener un impacto significativo en zonas rurales o con acceso limitado a especialistas. Actualmente, se estima que hay entre 0,003 y 0,3 neurólogos por cada 100.000 habitantes en regiones de bajos ingresos, lo que dificulta el diagnóstico oportuno de estas enfermedades neurológicas.
Gracias a su diseño mediante impresión 3D y materiales económicos, el bolígrafo se puede posicionar como una solución viable para ampliar el diagnóstico del párkinson en poblaciones vulnerables.
Próximos pasos
Aunque los resultados son prometedores, los autores del estudio enfatizan en la necesidad de realizar más investigaciones que permitan evaluar el rendimiento del dispositivo en distintas etapas de la enfermedad y su posible uso como una herramienta de seguimiento.