La ciencia ha confirmado lo que muchas mujeres intuían desde hace tiempo: gestar una vida acelera el envejecimiento biológico del cuerpo. Una nueva investigación liderada por la Universidad de Columbia revela que un solo embarazo puede sumar entre 2 y 14 meses a la edad biológica de una mujer.
“El embarazo tiene un coste detectable incluso en mujeres jóvenes”, afirma Calen Ryan, bióloga y autora principal del estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences el pasado 8 de abril. La investigación, descrita por expertos como “histórica”, es la primera en cuantificar cómo la maternidad afecta el reloj epigenético del organismo.
A diferencia de la edad cronológica, los años cumplidos, la edad biológica refleja el estado de las células y órganos, determinado por factores como la genética, el estilo de vida y las experiencias vitales. A través de la epigenética, el cuerpo regula qué genes se activan o desactivan en respuesta al entorno. Durante el embarazo, este complejo equilibrio se altera intensamente para sustentar el crecimiento de un nuevo ser.
El equipo de Ryan analizó muestras de sangre de 825 mujeres filipinas de entre 20 y 22 años. Al examinar los patrones de metilación del ADN —un marcador clave de envejecimiento celular—, encontraron que aquellas que habían estado embarazadas presentaban una edad biológica superior a la de sus compañeras que no habían pasado por la experiencia, incluso tras controlar variables como el nivel socioeconómico o el tabaquismo.
El estudio también reveló un efecto acumulativo: cada embarazo adicional aumentaba entre 2 y 3 meses la edad biológica. Para corroborarlo, los investigadores tomaron nuevas muestras de 331 mujeres entre 4 y 9 años después, confirmando que quienes habían tenido más embarazos mostraban un envejecimiento epigenético más pronunciado.
“Este hallazgo es clave para entender cómo los embarazos múltiples influyen en la salud a largo plazo de las mujeres”, explica Ryan.
El estudio se alinea con investigaciones previas que relacionan altas tasas de natalidad con una menor esperanza de vida y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, los expertos llaman a la calma: una edad epigenética levemente superior no implica necesariamente problemas de salud en el futuro.
De hecho, otros estudios sugieren que tener uno o dos hijos podría asociarse con beneficios, como un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer y una vida ligeramente más larga.
A medida que avanza la comprensión científica, los especialistas esperan identificar a mujeres con mayor riesgo y diseñar estrategias que minimicen los efectos adversos del embarazo. También se investigará cómo factores como la cultura, el acceso a la salud y la edad materna influyen en estos resultados.
Aunque el embarazo deje huellas en el cuerpo, este hallazgo no hace más que resaltar la extraordinaria capacidad del organismo femenino para crear vida, aun a costa de su propia biología.
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