La elastografía, una técnica basada en ultrasonidos, está emergiendo como una herramienta prometedora para la detección temprana de daño hepático en pacientes con diabetes tipo 2. Un reciente estudio del Instituto Karolinska en Suecia ha explorado la posibilidad de integrar esta prueba de detección en los controles rutinarios de salud ocular que ya se realizan a estas personas, permitiendo una evaluación más integral.
Hígado graso: una enfermedad silenciosa en pacientes con diabetes
La enfermedad hepática grasa, también conocida como esteatosis hepática, afecta a más del 50% de las personas con diabetes tipo 2, pero a menudo pasa desapercibida debido a la ausencia de síntomas en sus etapas iniciales. Sin tratamiento, esta condición puede progresar hacia la fibrosis hepática, una forma de cicatrización del hígado que aumenta el riesgo de cirrosis y cáncer hepático.
Actualmente, las guías internacionales recomiendan realizar pruebas de detección de fibrosis en pacientes con alto riesgo, como aquellos con diabetes tipo 2. Sin embargo, la detección temprana sigue siendo un desafío. Según el profesor adjunto Hannes Hagström, hepatólogo del Instituto Karolinska, “las enfermedades hepáticas graves suelen identificarse demasiado tarde, cuando el pronóstico es desfavorable”.
¿Qué es la elastografía y para quiénes se recomienda?
La elastografía es una técnica de diagnóstico por imágenes basada en ultrasonidos que permite evaluar la rigidez o elasticidad de los tejidos, en este caso, del hígado. Es un procedimiento indoloro y rápido, que suele durar entre 5 y 10 minutos. Durante la prueba, un dispositivo similar a una sonda se coloca sobre la piel en la región abdominal, emitiendo ondas sonoras que miden la resistencia del tejido hepático. Este método es especialmente útil para detectar fibrosis hepática, una condición en la que el tejido del hígado desarrolla cicatrices. Se recomienda realizar elastografía a pacientes con factores de riesgo de enfermedad hepática, como aquellos con diabetes tipo 2, obesidad o síndrome metabólico, ya que estas condiciones incrementan la probabilidad de desarrollar hígado graso o fibrosis.
Integración de la elastografía con el cribado de retina
En Suecia, los pacientes con diabetes tipo 2 se someten regularmente a exploraciones de retina para detectar daños oculares causados por la enfermedad. Este programa establecido de cribado inspiró a los investigadores a evaluar si podrían realizarse pruebas de detección de fibrosis hepática simultáneamente, utilizando elastografía. Un método no invasivo, lo que lo hace ideal para integrar en consultas rutinarias.
“Esta estrategia podría permitirnos matar dos pájaros de un tiro”, comenta Hagström. “Detectar la fibrosis hepática en sus etapas iniciales podría prevenir complicaciones graves como la cirrosis o el cáncer de hígado”.
Resultados prometedores para pacientes con diabetes tipo 2
El estudio, publicado en Lancet Gastroenterology and Hepatology, encuestó a más de 1,300 pacientes con diabetes tipo 2 durante sus exploraciones de retina. De ellos, el 77% aceptó someterse también a un examen hepático mediante elastografía. Los resultados iniciales revelaron que el 15.8% de los participantes presentaban signos de fibrosis hepática y el 5% mostraban indicios de fibrosis avanzada o cirrosis. Sin embargo, después de reevaluaciones y ajustes metodológicos, estas cifras se redujeron al 7.4% y 2.9%, respectivamente.
Según Hagström, algunos resultados falsos positivos pueden atribuirse a que muchos participantes no cumplieron con el requisito de ayuno previo al examen. A pesar de ello, los hallazgos respaldan el potencial de esta técnica como herramienta complementaria en el manejo de la diabetes.
Próximos pasos y un enfoque preventivo
Los investigadores planean realizar análisis económicos para evaluar si esta estrategia combinada de detección es rentable y beneficiosa a gran escala. Además, destacan que ya existe tratamiento aprobado para la fibrosis hepática asociada con la esteatosis, lo que subraya la importancia de identificar a los pacientes afectados lo antes posible.
Integrar la elastografía en los programas de detección para personas con diabetes tipo 2 podría transformar el enfoque de la atención médica hacia uno más preventivo. Este avance no solo podría mejorar los resultados de salud de los pacientes, sino también reducir la carga de enfermedades hepáticas avanzadas en los sistemas de salud.
En palabras de Hagström, “esperamos que esta estrategia no solo facilite la detección temprana, sino que también motive a otros países a adoptar medidas similares para abordar esta enfermedad silenciosa pero peligrosa”.