Un inusual caso clínico documentado recientemente ha puesto de relieve la complejidad diagnóstica y terapéutica de las metástasis mamarias originadas por cáncer de ovario, una condición extremadamente rara que representa apenas entre el 0,03 % y el 0,6 % de todas las metástasis mamarias.
El caso corresponde a una mujer caucásica de 70 años, no fumadora, que ingresó al hospital tras cuatro meses de dolor abdominal, pérdida de apetito y una significativa pérdida de peso de 10 kilogramos. Durante la exploración médica, se detectaron múltiples ganglios linfáticos axilares y una lesión tumoral indolora en el cuadrante superointerno de la mama derecha.
Las pruebas de imagen, que incluyeron tomografía computarizada y tomografía por emisión de positrones (PET), revelaron un tumor ovárico derecho acompañado de múltiples metástasis, incluida una lesión hipermetabólica en la mama derecha y linfadenopatías axilares.
La biopsia confirmó que tanto el tumor mamario como los ganglios contenían metástasis de un adenocarcinoma papilar seroso de ovario de alto grado, una forma agresiva y avanzada de cáncer ovárico.
A pesar de la ausencia de mutaciones BRCA1 y BRCA2, la paciente inició tratamiento con un régimen de quimioterapia de carboplatino y paclitaxel combinado con bevacizumab, lo que produjo una rápida mejoría de los síntomas e indujo una respuesta tumoral favorable.
Un diagnóstico complejo con mal pronóstico
Las metástasis mamarias derivadas del cáncer de ovario son sumamente infrecuentes. Según estudios recientes, su incidencia es inferior al 0,1 %, y suelen aparecer entre uno y dos años después del diagnóstico inicial del cáncer primario. Estas metástasis se presentan clínicamente como lesiones mamarias redondas, móviles, de rápido crecimiento y sin alteraciones cutáneas, lo que puede dificultar la distinción con un cáncer de mama primario.
Radiológicamente, las metástasis mamarias suelen tener un aspecto regular, sin infiltración cutánea ni distorsión de la arquitectura, y con escasas microcalcificaciones. La confirmación diagnóstica generalmente requiere una biopsia, la cual típicamente muestra infiltración periductal y lobulillar sin componente in situ ni reacción desmoplásica, características que ayudan a diferenciarla de un carcinoma mamario primario.
El pronóstico de estas metástasis es desfavorable, con una mediana de supervivencia global inferior a dos años. Sin embargo, la paciente del caso reportado mostró una respuesta alentadora al tratamiento quimioterapéutico.
Importancia del abordaje multidisciplinario
El manejo de las metástasis mamarias por cáncer de ovario es complejo y debe considerar diversos factores como el estado funcional del paciente, las comorbilidades, la extensión de la enfermedad y la respuesta a tratamientos previos. La cirugía suele reservarse para el alivio de síntomas o casos con metástasis aisladas. La quimioterapia sigue siendo la piedra angular del tratamiento, aunque con resultados variables.
Los autores concluyen que, pese a su rareza, las metástasis mamarias por cáncer de ovario deben tenerse en cuenta para evitar diagnósticos erróneos y optimizar las estrategias terapéuticas.