El virus de Epstein-Barr (EBV) ha sido identificado como un factor esencial para el desarrollo de la esclerosis múltiple (EM), según recientes investigaciones encabezadas por el destacado doctor y neurólogo Xavier Montalbán, galardonado con el Premio Fundación Lilly de Investigación Biomédica Clínica 2024.
Este hallazgo marca un importante avance en el entendimiento y tratamiento de la enfermedad, ya que se abre una ventana hacia nuevas estrategias terapéuticas dirigidas al manejo del virus como desencadenante de la EM.
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema nervioso central, causando síntomas debilitantes como fatiga, problemas de movilidad y pérdida de coordinación. Aunque la mayoría de la población está infectada por el virus de Epstein-Barr, solo un pequeño porcentaje desarrolla esclerosis múltiple.
Avances en el diagnóstico y tratamiento
A lo largo de su carrera, el Dr. Montalbán ha impulsado la comprensión de la EM, liderando la identificación de factores clínicos, radiológicos y biológicos que permiten un diagnóstico temprano. Antes de estos avances, el pronóstico no era muy positivo: el 86 % de los pacientes llegaban a los 40 años con un grado de discapacidad de nivel 3. Hoy, con 14 tratamientos disponibles y un diagnóstico precoz, esta probabilidad se ha reducido al 20 %.
Este avance ha sido posible gracias a la colaboración multidisciplinaria entre neurólogos, bioquímicos, radiólogos y otros especialistas, que han trabajado para desarrollar nuevos criterios diagnósticos que ya no dependen exclusivamente de los síntomas clínicos. «Cuando los síntomas aparecen, en muchos casos ya es tarde», señaló el Dr. Montalbán. Ahora, el diagnóstico biológico basado en resonancias magnéticas puede detectar la enfermedad antes de la aparición de manifestaciones físicas.
Uno de los retos actuales es garantizar que los avances en diagnóstico y tratamiento lleguen a todas las poblaciones, especialmente a aquellas más vulnerables. En muchas regiones, la falta de recursos limita la detección temprana de la EM, lo que impacta negativamente en el pronóstico a largo plazo. El Dr. Montalbán mencionó la importancia de universalizar el acceso al diagnóstico, un paso crucial para mejorar los resultados en todo el mundo.
Por otra parte, el panorama actual para los pacientes con esclerosis múltiple es mucho más prometedor que hace 20 o 25 años. Sin embargo, persiste un desafío: la neurodegeneración. A pesar de que los tratamientos actuales han logrado controlar la inflamación focal de la enfermedad, un porcentaje significativo de pacientes sigue experimentando un deterioro neurodegenerativo.
Así, los esfuerzos actuales de investigación se centran en identificar estrategias neuroprotectoras e incluso neuroregeneradoras, lo que no solo beneficiaría a los pacientes con EM, sino también a aquellos con enfermedades como el Alzheimer o el párkinson.
Este descubrimiento del vínculo entre el virus de Epstein-Barr y la esclerosis múltiple no solo avanza el entendimiento de la enfermedad, sino que abre una puerta a tratamientos más efectivos que podrían cambiar el curso de esta condición.