El Dr. Jonathan Cordero, cardiólogo intervencional y fundador de Caribe Cardiology, compartió sus conocimientos sobre dos condiciones cardiovasculares comunes pero a menudo subestimadas: la trombosis venosa profunda y la enfermedad arterial periférica. Durante una reciente entrevista, el especialista profundizó en los riesgos, factores asociados y avances en su tratamiento.
La trombosis venosa profunda, una afección en la que se forman coágulos en las venas de las extremidades, puede tener consecuencias graves. «Lo peligroso de los coágulos venosos es que pueden desprenderse y viajar al corazón y los pulmones, provocando una embolia pulmonar, uno de los riesgos más grandes para la vida de los pacientes», explicó el Dr. Cordero.
El tratamiento para esta condición solía centrarse en anticoagulantes, pero avances recientes han permitido la introducción de procedimientos más específicos, como la trombectomía venosa, que elimina los coágulos de forma más eficaz.
Por otro lado, la enfermedad arterial periférica afecta las arterias de las extremidades y comparte factores de riesgo con enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, como el tabaquismo, la diabetes y la hipertensión. El Dr. Cordero subrayó que el tabaquismo es el principal factor de riesgo modificable en estos pacientes.
Esta enfermedad se manifiesta comúnmente a través de la claudicación, un dolor en las piernas que ocurre al caminar. Sin embargo, en casos graves, los pacientes pueden experimentar úlceras en los pies o dolor en reposo. «En estos casos, las intervenciones mínimamente invasivas, como el cateterismo, han mejorado significativamente la calidad de vida de los pacientes», añadió el especialista.
El Dr. Cordero también destacó la estrecha relación entre la enfermedad arterial periférica y los infartos o accidentes cerebrovasculares. «Cualquier persona con enfermedad periférica debe ser evaluada por un especialista cardiovascular, ya que el riesgo número uno de muerte en estos pacientes es un infarto o un derrame cerebral», indicó.
El tratamiento para estas afecciones incluyen cambios en el estilo de vida, como ejercicio y una dieta saludable. Además, el uso de medicamentos como las estatinas es fundamental para estabilizar las placas de colesterol en las arterias. Recientemente, se ha incorporado una nueva medicación para mejorar el flujo sanguíneo, complementando las intervenciones mínimamente invasivas, que siguen avanzando en su efectividad.
El Dr. Cordero concluyó enfatizando que, además de no fumar, el ejercicio y una dieta equilibrada son esenciales para prevenir estas condiciones, las cuales pueden llevar a complicaciones graves si no se manejan adecuadamente.