Un diagnóstico de cáncer puede desencadenar una montaña rusa de emociones. Los sentimientos de ansiedad, angustia o depresión suelen aparecer fácilmente generando agobio no solo para la persona diagnosticada, sino también su círculo cercano.
Ante eso, la Sociedad Americana Contra el Cáncer destaca la importancia de reconocer estos cambios en el estado de ánimo o la autoestima y buscar ayuda profesional o una red de apoyo cuando sea necesario.
La piel es el órgano visible del cuerpo
En el caso del cáncer de piel, el impacto no es mínimo debido a que la piel es la ventana más visible del cuerpo y un diagnóstico de este tipo puede desencadenar una variedad de emociones.
Algunas de ellas están relacionadas con el miedo a la propagación o recurrencia del cáncer, la preocupación por tratamientos invasivos y la ansiedad por posibles cambios en la apariencia física.
Sin embargo, la Dra. Hale, experta en dermatología, destaca en un artículo de Skin Cancer Foundation la importancia de no postergar los chequeos y tratamientos, ya que el cáncer de piel se puede eliminar por completo cuando se detecta a tiempo.
Cuidando el cuerpo y la mente ante un diagnóstico de cáncer de piel
Existen varias herramientas para hacerle frente a los aspectos emocionales del cáncer de piel.
La Skin Cancer Foundation recomienda hablar abiertamente y sin miedo sobre el bienestar emocional y no postergar tratamientos necesarios como la cirugía para extirpar el tumor, aunque el diagnóstico mismo pueda ser desolador.
También sugiere que las personas logren tener una relación sólida con un dermatólogo de confianza, así como también mantener un calendario de visitas regulares para tener mayor tranquilidad.
Tomando un rol activo como paciente
Además de los tratamientos médicos, las terapias psicológicas, los ejercicios de respiración y meditación y el ejercicio físico pueden desempeñar un papel crucial en el manejo emocional y físico del cáncer de piel.
La Dra. Fried resalta la importancia del yoga, tai chi y meditación para fortalecer la piel y mejorar la respuesta a los tratamientos. También destaca que el ejercicio aeróbico es una forma efectiva de reducir el estrés y promover la salud de la piel.
Ciertamente, afrontar un diagnóstico de cáncer de piel va mucho más allá de las heridas superficiales y visibles para los demás. Esta enfermedad requiere un enfoque de tratamiento integral que aborde los aspectos físicos y emocionales. ¡Con el apoyo adecuado se puede superar este desafío!