Estudio sugiere que la semaglutida controla el peso y los comportamientos compulsivos

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Se ha observado que el fármaco actúa frenando impulsos que van desde el consumo de alcohol hasta las compras compulsivas. Imagen de archivo.

La semaglutida, un fármaco que ha estado en boca de todos, está a menudo asociado con la pérdida de peso, este medicamento, parte de la clase de agonistas del receptor de péptido similar al glucagón tipo 1, se ha convertido en un fenómeno global. 

Su éxito ha transformado el tratamiento de la obesidad, aunque ha generado dificultades de acceso para quienes lo requieren para controlar la diabetes, que es su uso original.

Sin embargo, la semaglutida no solo reduce el peso corporal. Estudios recientes sugieren que su impacto va mucho más allá, afectando otros comportamientos compulsivos. Se ha observado que el fármaco actúa frenando impulsos que van desde el consumo de alcohol hasta las compras compulsivas.

En 2023, un estudio publicado en Scientific Reports reveló que los pacientes tratados con semaglutida no solo reducían su ingesta calórica, sino también el consumo de alcohol. Más recientemente, una investigación de 2024 en Molecular Psychiatry mostró que el fármaco podría tener beneficios en personas con trastorno por consumo de cannabis. Además, un estudio publicado en Brain Sciences sugiere que la semaglutida podría ayudar a mitigar el comportamiento compulsivo relacionado con las compras.

Estos hallazgos sugieren que la semaglutida no solo frena el apetito literal, sino también otros tipos de conductas impulsivas. Los agonistas GLP-1, como la semaglutida y la tirzepatida (Mounjaro), podrían convertirse en piezas clave en una sociedad que lucha contra el consumo excesivo en diversas formas, así lo indicó el Dr. F. Perry Wilson, de la Yale School of Medicine, con MedScape.  

El potencial de la semaglutida parece ir más allá, tocando incluso el tabaquismo. Aunque aún no se ha llevado a cabo un ensayo clínico de gran magnitud para confirmar este efecto, un nuevo estudio publicado en Annals of Internal Medicine sugiere que el fármaco podría reducir el consumo de tabaco. Este estudio fue dirigido por la Dra. Nora Volkow y su equipo del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos, utilizando una técnica llamada «emulación de ensayo objetivo», que simula un ensayo controlado aleatorizado analizando datos existentes. Los resultados preliminares son prometedores, y con más estudios, la semaglutida podría convertirse en una herramienta adicional en la lucha contra el tabaquismo.

En definitiva, la semaglutida y otros agonistas GLP-1 están redefiniendo el tratamiento de la obesidad y las conductas compulsivas. Con investigaciones adicionales, estos fármacos podrían desempeñar un papel clave en el tratamiento del alcoholismo, los trastornos por consumo de cannabis y hasta el tabaquismo, abriendo nuevas puertas en la medicina del comportamiento.

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