El brote global de Mpox, que inició en 2022, ha afectado a más de 100,000 personas en todo el mundo, con la propagación acelerada de nuevas cepas en África, Europa y Asia. En respuesta a esta crisis de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta Global para Mpox (SPRP), una guía clave para coordinar los esfuerzos globales, regionales y nacionales en la lucha contra esta enfermedad.
El plan abarca el período de septiembre de 2024 a febrero de 2025, y tiene como objetivo fortalecer la vigilancia, mejorar la atención clínica, proteger a las comunidades, y lanzar iniciativas de vacunación.
El objetivo principal del proyecto de respuesta a emergencias de Mpox es detener los brotes de transmisión de persona a persona y mitigar su impacto en la salud mediante esfuerzos coordinados a nivel global, regional y nacional. Se implementarán estrategias integrales de vigilancia y respuesta, junto con la investigación avanzada y el acceso equitativo a contramedidas médicas. También se trabajará en la minimización de la transmisión zoonótica y en el empoderamiento de las comunidades para prevenir y controlar los brotes.
Acceso a vacunas y atención clínica segura
Una de las principales medidas del plan es la implementación de campañas de vacunación estratégicas dirigidas a las personas en mayor riesgo, como los contactos cercanos de casos confirmados y los trabajadores de la salud. Estas campañas buscan interrumpir las cadenas de transmisión en áreas afectadas. Además, se prevé mejorar el acceso global a las vacunas, priorizando a países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, el plan promueve una atención clínica segura y adecuada, particularmente para los pacientes más vulnerables, incluidos los niños y las mujeres embarazadas. La OMS también trabajará en conjunto con gobiernos y socios internacionales para garantizar que los centros de atención médica cuenten con los recursos necesarios.
Estrategias globales para detener la propagación
El SPRP destaca la importancia de una respuesta coordinada liderada por la OMS, que incluye la movilización de recursos financieros y el acceso a contramedidas médicas. Con un presupuesto estimado de 135 millones de dólares para el control de brotes en los próximos seis meses, el plan busca manejar un estimado de hasta 2,000 casos semanales. Además de los esfuerzos de vacunación, las actividades de control se centrarán en mejorar la comunicación de riesgos, involucrar a las comunidades afectadas y combatir el estigma asociado a la enfermedad.
El plan destaca la necesidad de reforzar la gobernanza y la financiación internacional, para asegurar que los países dispongan de los recursos necesarios para implementar una respuesta efectiva. También se enfatiza la coordinación transfronteriza para la vigilancia de casos sospechosos y la mejora en la gestión de la enfermedad, sin imponer restricciones innecesarias a los viajes internacionales.
Acciones clave para detener los brotes
Se pretende detener los brotes mediante estrategias que incluyan:
- Respuesta centrada en la comunidad: Empoderar a las comunidades para que participen activamente en la prevención de brotes a través de la comunicación de riesgos, educación sanitaria y la reducción del estigma.
- Atención clínica segura: Garantizar un manejo adecuado de los casos sospechosos y confirmados de mpox, protegiendo a los trabajadores de la salud y evitando la transmisión adicional. Esto incluye la capacitación de proveedores de salud y la implementación de protocolos claros para la gestión de casos.
Para mejorar la vigilancia, se integrará la detección de Mpox en los sistemas de vigilancia de enfermedades ya existentes, como el Sistema de Vigilancia y Respuesta Integradas a las Enfermedades (IDSR) en África.
Asimismo, se realizarán estudios epidemiológicos para comprender mejor los factores de transmisión y gravedad de la enfermedad. Se fomentará la colaboración transfronteriza para una respuesta coordinada entre países, con un enfoque especial en la vigilancia de áreas con alta movilidad poblacional.
Se espera trabajar con mayor conocimiento de la interfaz humano-animal, mejorando los sistemas de vigilancia colaborativa para monitorear la transmisión de Mpox entre humanos y animales. Se coordinará con organismos de salud animal para implementar programas específicos de vigilancia en animales, con especial atención a regiones con altos niveles de caza y comercio de fauna silvestre.