Un estudio clínico reciente ha resuelto una de las grandes incógnitas en el tratamiento del cáncer de esófago localmente avanzado, una enfermedad en la que el tumor se ha diseminado justo fuera del esófago pero no a otras partes del cuerpo. Durante años, los especialistas debatieron si era más eficaz tratar a los pacientes con quimioterapia y cirugía o combinación quimioterapia, radioterapia y cirugía.
El estudio, presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) 2024, comparó dos enfoques de tratamiento: el uso de quimioterapia perioperatoria (quimioterapia antes y después de la cirugía) y el enfoque neoadyuvante (quimioterapia y radioterapia antes de la cirugía). Los resultados demostraron que los pacientes tratados con el enfoque de quimioterapia perioperatoria vivieron significativamente más tiempo que aquellos tratados con el enfoque neoadyuvante.
El ensayo clínico ESOPEC, financiado por la Fundación Alemana de Investigación, incluyó a 438 pacientes que fueron asignados al azar a uno de los dos regímenes. Aquellos que recibieron quimioterapia perioperatoria con el régimen FLOT tuvieron una mediana de supervivencia de 5 años y 6 meses, en comparación con una mediana de 3 años para quienes recibieron quimioterapia y radioterapia con el régimen CROSS.
El doctor Jens Hoeppner, líder del estudio, recomendó que la quimioterapia perioperatoria sea el tratamiento preferido para la mayoría de las personas con cáncer de esófago localmente avanzado. “Esperábamos estos resultados desde hace tiempo”, señaló la doctora Karyn A. Goodman, de la Escuela Icahn de Medicina en Mount Sinai.
El futuro del tratamiento: inmunoterapia y nuevas combinaciones.
Si bien este estudio ofrece claridad en cuanto al tratamiento actual, la doctora Goodman destacó que el panorama del cáncer de esófago sigue evolucionando rápidamente. Nuevas terapias, como la inmunoterapia, ya están mostrando resultados prometedores. En el estudio CheckMate 577, por ejemplo, se demostró que el uso del medicamento de inmunoterapia nivolumab después de la cirugía mejora la supervivencia sin recidiva en pacientes de alto riesgo.
Con estos avances, el tratamiento del cáncer de esófago podría seguir cambiando. Se están explorando combinaciones de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia para mejorar aún más los resultados. Según Goodman, es esencial continuar con estudios clínicos que evalúen estas nuevas combinaciones, buscando la opción más efectiva para cada paciente.
A medida que la investigación avanza, es probable que el enfoque para tratar este cáncer altamente agresivo se refine aún más, abriendo nuevas posibilidades de tratamiento y esperanza para los pacientes.