Puerto Rico necesita una cultura de salud masculina más activa y consciente

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“Necesitamos crear una cultura en Puerto Rico donde los hombres podamos tener una responsabilidad mayor sobre nuestra salud, del autocuidado”, señala.

El cáncer de próstata representa una de las principales causas de mortalidad por tumores en hombres en Puerto Rico. Aunque los avances terapéuticos y tecnológicos están cambiando el panorama, el contexto local enfrenta barreras que van desde factores genéticos hasta el machismo cultural.

“En Puerto Rico se estima que uno de cada seis hombres tenemos riesgo de desarrollar cáncer de próstata, mientras que en Estados Unidos, de acuerdo a los datos de la American Cancer Society, es uno en ocho”, afirma el Dr. Jaime Matta, catedrático e investigador principal en Ponce Health Sciences University.

Según explica, esta diferencia puede estar relacionada con factores genéticos poco explorados: “En nuestros estudios hemos medido un promedio de 22 % de ancestría africana en hombres con cáncer de próstata. Eso varía de hombre en hombre, pero mientras más alta es la ancestría africana, más alto es el riesgo de desarrollar cáncer”.

Sin embargo, los desafíos no se limitan a lo biológico. Durante cuatro años de investigación comunitaria en Patillas, Maunabo y Las Piedras (zonas con alta mortalidad por cáncer de próstata y elevada ancestría africana) el equipo del Dr. Matta identificó barreras culturales importantes, entre ellas, el machismo.

«Algunos hombres no quieren hacerse la prueba de cernimiento. Estoy hablando del examen digital rectal en particular. Tenemos que trabajar para que eso sea algo normal y rutinario, como la mamografía o la prueba de Papanicolaou en mujeres», aclara el Dr. Matta. 

Además del estigma, otras limitaciones estructurales afectan la atención oportuna: dificultades para conseguir citas, falta de transporte y falta de continuidad médica. Pero hay un mensaje claro desde la experiencia del equipo:

“Necesitamos crear una cultura en Puerto Rico donde los hombres podamos tener una responsabilidad mayor sobre nuestra salud, del autocuidado”, señala. 

Esto implica asumir el seguimiento médico como una rutina básica: agendar citas, conservar registros de salud, tener conversaciones informadas con los médicos. Pero también implica educarse activamente, porque muchos hombres aún desconocen qué es el cáncer de próstata, sus riesgos y síntomas.

Finalmente, el Dr. Matta hace un llamado a cambiar no solo las condiciones clínicas, sino el vínculo entre la salud pública y la comunidad. La participación de los hombres en estudios clínicos, dependerá de la relación de confianza que los equipos médicos puedan construir.

“Si logramos ganar esa confianza dando un servicio de excelencia, de calidad, tanto en el área de educación como en el área clínica, entonces yo creo que la participación en ensayos clínicos va a venir como un fruto de eso”.

Más allá de los avances científicos, esta investigación recuerda que mejorar los indicadores de cáncer de próstata en Puerto Rico exige derribar prejuicios, acercar la ciencia a la vida cotidiana y poner fin a un silencio que durante demasiado tiempo ha afectado la salud de los hombres.

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