La endocrinóloga especialista en oncología en el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, en Houston, ha sido galardonada con el Premio Rosalind Franklin Society en Ciencia 2024.
En una entrevista para el medio El Nuevo Día, la Dra. María E. Cabanillas recuerda claramente el momento en que, durante un panel, afirmó que algún día sería posible decir que se había curado el cáncer anaplásico de tiroides. En ese momento, un oncólogo presente la calificó de irresponsable por esa afirmación. Sin embargo, tras años de trabajo y el éxito en el tratamiento de pacientes, la especialista en oncología endocrina puede afirmar que tenía razón.
“Tenemos pacientes que llevan ocho años vivos, con una enfermedad que te mataba en tres meses. Y, pues, esa es mi satisfacción, poder ver un paciente probablemente curado de cáncer anaplásico de tiroides y pensar que esa casi humillación frente a ese grupo de médicos, en una sociedad importante de tiroides, poder decir que tenía razón y él no”, resaltó Cabanillas.
Gracias a su contribución en el desarrollo de un tratamiento que incrementa la supervivencia de pacientes con esta rara forma de cáncer, que afecta a una o dos personas por cada millón al año en Estados Unidos, Cabanillas ha sido reconocida con el Premio Rosalind Franklin Society en Ciencia 2024.
“Este premio, porque lleva el nombre de Rosalind Franklin, es personalmente más significativo para mí, porque lleva el nombre de una mujer tan importante en la historia de la medicina y la ciencia. Y también creo que es importante para las mujeres y las minorías, especialmente siendo puertorriqueña, que nos reconozcan”, resaltó, en una entrevista para El Nuevo Día.
Cabanillas, especialista en endocrinología y oncología en el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas en Houston, se convirtió en la primera puertorriqueña en obtener este distinguido galardón.
La doctora resaltó que el trabajo que le valió este reconocimiento fue un artículo publicado en el Journal of Thyroid Research, el cual abordaba el tratamiento para pacientes con cáncer anaplásico de tiroides, considerado el más complejo de tratar, según ella, y que ha logrado incrementar notablemente la tasa de supervivencia de los pacientes. “Los pacientes usualmente se morían dentro de meses, y por los descubrimientos que hicimos, esa supervivencia ha aumentado de tres meses a varios años”, abundó.
“Nosotros lo que hicimos fue combinar tres drogas. En vez de usar una a la vez, que el paciente va recayendo, usarlas todas a la vez, y también introducir cirugías, radiación, esas cosas que sabíamos que funcionaban, pero que (por su cuenta) no resultaban en una cura”, añadió. Dabrafenib, trametinib y pembrolizumab (inmunoterapia), son las drogas que combina el tratamiento.
“Lo que hacemos en el MD Anderson es que damos las tres drogas y después operamos, porque la inmunoterapia, a diferencia de las otras dos drogas, tiene el potencial de eliminar el cáncer de tiroides versus el otro (tratamiento), que hace el tumor más pequeño, pero en realidad no se va el cáncer”., explicó la experta.
“Lo que hemos visto es que, cuando operamos estos pacientes, muchas veces, la parte del anaplásico ya no existe, lo que queda es una cicatriz. Y cuando eso ocurre, los pacientes tienen una supervivencia más larga que los pacientes donde no se fue totalmente el anaplásico. Y por eso pensamos que las tres drogas a la vez es lo óptimo, porque, en realidad, la inmunoterapia puede erradicar el cáncer y que no vuelva, que es lo que queremos”, detalló.
Cabanillas señaló que una de las figuras que ha inspirado su trabajo es el oncólogo Emil J. Freireich, quien consiguió curar la leucemia linfoblástica aguda en niños mediante la implementación de la quimioterapia combinada, donde los medicamentos contra el cáncer se administran de manera simultánea en lugar de uno por separado.
“Eso siempre fue una inspiración para mí, porque este señor, que pensaban que era irresponsable y loco por intentar curar una enfermedad, para mí es increíble, y me siento así con esta enfermedad también. La gente pensaba que éramos locos por tratar de curar a estos pacientes”, mencionó.
“En realidad, cuando empezamos, no estábamos tratando de curarlos, lo que estábamos era tratando de ayudarlos a vivir más tiempo, pero lo que nos dimos cuenta después del tiempo es que algunos pacientes se estaban curando”, añadió.
Además, la Dra. Cabanillas, quien calcula que entre 80 y 100 pacientes han recibido con éxito el tratamiento que él propone en el MD Anderson, animó a las jóvenes puertorriqueñas interesadas en las ciencias a que “no permitan que nadie les diga que no pueden hacerlo, porque si realmente lo desean, lo pueden lograr”.
Entrevista El Nuevo Día: Aquí