El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es uno de los trastornos endocrinos más comunes entre las mujeres en edad reproductiva, que suele manifestarse con síntomas como obesidad, hirsutismo e irregularidades menstruales. Sin embargo, este síndrome también está vinculado con resistencia a la insulina, un factor de riesgo importante para desarrollar diabetes tipo 2. Un caso reciente presenta una mujer de 24 años con bajo peso y diagnóstico de SOP, que también desarrolló resistencia a la insulina, un fenómeno poco frecuente en mujeres con índice de masa corporal (IMC) bajo.
Reporte de caso
La paciente, de 24 años, acudió a consulta médica presentando signos clásicos de hiperandrogenismo, como hirsutismo, acné y ciclos menstruales irregulares. Durante el examen físico, se observó acné vulgar en la cara, pero no alopecia ni acantosis nigricans. La paciente tenía una presión arterial de 110/70 mmHg, un índice cintura-cadera (RCC) de 87, y un IMC extremadamente bajo de 15,9 kg/m². Además, se utilizó el sistema de puntuación de Ferriman-Gallwey para evaluar el grado de hirsutismo, que resultó positivo.
Los resultados hematológicos y bioquímicos de la paciente fueron normales, sin embargo, las pruebas hormonales revelaron niveles elevados de testosterona, androstenediona y 17-OH progesterona, confirmando el diagnóstico de SOP. Para descartar otras condiciones similares, como el síndrome de Cushing, la hiperprolactinemia o trastornos tiroideos, se realizaron análisis adicionales que resultaron dentro de los parámetros normales. Sin embargo, a pesar de su bajo peso, la paciente presentó resistencia a la insulina, que se identificó mediante una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGO).
Tratamiento y evolución
El tratamiento se centró en la gestión de la resistencia a la insulina, utilizando metformina, un medicamento comúnmente prescrito en estos casos, y dexametasona para controlar el exceso de andrógenos. Después de seis meses de tratamiento, se observó una mejora significativa en los síntomas de la paciente, incluyendo la regularización de su ciclo menstrual, la disminución del acné y la reducción del hirsutismo.
Dentro de las conclusiones de este caso, los expertos destacan la complejidad del SOP cuando se asocia con resistencia a la insulina, especialmente en pacientes con peso normal o bajo, un aspecto poco común pero relevante. Es crucial que estos pacientes reciban un enfoque multidisciplinario que abarque tanto el diagnóstico como el tratamiento integral.
Este informe subraya la importancia de no subestimar la resistencia a la insulina en mujeres con SOP, independientemente de su peso corporal, y la necesidad de un tratamiento adecuado para evitar complicaciones a largo plazo, como la diabetes tipo 2.