El Dr. Xavier Sánchez, dermatólogo pediátrico, explicó la importancia de comprender la dermatitis atópica en niños, una condición inflamatoria de la piel que suele preocupar a padres y madres. “La dermatitis atópica, que también se le conoce como eczema, es una condición inflamatoria de la piel, donde básicamente se va a caracterizar por mucho picor. Estos pacientes de por sí van a tener la barrera de la piel alterada y es una de las causas principales de padecer la condición”, señaló el especialista.
El dermatólogo enfatizó que no se trata de una enfermedad contagiosa ni infecciosa y explicó que los síntomas más comunes incluyen piel reseca y parches rojos con escamas, especialmente en áreas flexurales como los antebrazos y la parte posterior de las rodillas. “Si no pica, no es dermatitis atópica”, afirmó, agregando que, en algunos casos, la condición puede confundirse con otras enfermedades de la piel como la psoriasis o la escabiasis, por lo que en casos atípicos se podría requerir una biopsia.
Según el Dr. Sánchez, la dermatitis atópica se manifiesta en la infancia temprana. “El 50% de los casos tiende a presentarse en los primeros seis meses de vida. Puede aparecer en cualquier momento e incluso debutar en la adultez, pero lo más común es que comience en esa etapa inicial”. En cuanto a la duración de la condición, explicó que, aunque la mayoría de los pacientes mejoran después de los 8 a 10 años, la dermatitis atópica es genética y no se cura, sino que se controla.
Para el manejo de la enfermedad, destacó que lo más importante es restaurar la barrera de la piel con humectantes adecuados. “No es solo el medicamento recetado, lo más importante es utilizar cremas sin fragancias y que contengan ceramidas”. Añadió que existen diversos tratamientos que van desde cremas hasta inyecciones, y que continuamente están surgiendo nuevas opciones, como los biológicos y los inhibidores de JAK. “Si siguen saliendo y seguirán saliendo. Ahora mismo están los biológicos como Dupilumab y también los inhibidores de JAK, que ya hay varios en el mercado para tratar la dermatitis atópica moderada a severa”.
Los avances en los tratamientos han permitido que los pacientes puedan notar mejoría rápidamente. “Uno comienza un tratamiento y ya tú vas a ver esa mejoría literalmente en cuestión de semanas”, aseguró.
También destacó el impacto que la dermatitis atópica puede tener en la calidad de vida de los niños y sus familias. “El niño esencialmente no va a dormir por ese picor por la noche, al no dormir va a estar más cansado, le va a afectar académicamente en la escuela. Se ha visto que los pacientes con dermatitis atópica tienen un mayor riesgo de padecer de ansiedad, depresión e incluso hiperactividad o ADHD, y esto también afecta a los padres, que tampoco duermen. Es una cadena donde toda la familia se ve envuelta”.
El ambiente también puede influir en las exacerbaciones de la condición. “Las estaciones del clima definitivamente pueden afectar. En Puerto Rico, las exacerbaciones más comunes se dan en verano con el calor y el polvo del Sahara, porque son factores externos que irritan la piel. Cuando me entrené en Estados Unidos, allá la mayoría de los pacientes se exacerbaban en invierno por la resequedad, pero aquí en verano es cuando más veo estos casos”.
El especialista subrayó la importancia de la educación para minimizar el estigma sobre la dermatitis atópica. “Siempre es importante acudir a los especialistas de la piel, ya sean dermatólogos, para recibir la educación adecuada. Esta es una condición inflamatoria, no infecciosa ni contagiosa, y la mejor forma de entenderla es con información de fuentes especializadas”.