EE. UU. revisará contratos de organizaciones de donación de órganos a partir de 2026

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Donación de órganos

La más reciente evaluación de desempeño de las Organizaciones de Procuración de Órganos (OPO) en Estados Unidos, publicada por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), ha encendido un nuevo debate sobre la justicia, precisión y consecuencias del sistema de clasificación de estas entidades clave en la donación de órganos.

Mejoras significativas, pero bajo la sombra de la descertificación

El informe de 2025, basado en datos de 2023, muestra una mejora sustancial en comparación con la evaluación de 2003, el número de OPO en el nivel más bajo de desempeño (Tier 3) bajó de 24 a 10, mientras que las de mayor rendimiento (Tier 1) se duplicaron, alcanzando 30 organizaciones.

Aun así, la medida que CMS planea implementar a partir de 2026, revocar la certificación de las OPO clasificadas en Tier 3, genera preocupación entre los actores del sistema. Esta sería la primera vez que se retirarían contratos bajo este esquema de evaluación.

¿Cómo mide CMS el desempeño de las OPO?

Desde 2022, CMS evalúa anualmente el desempeño de las 55 OPO del país como parte de un esfuerzo por modernizar y darle veracidad al sistema de trasplantes. Las métricas utilizadas son:

  • Tasa de donación: porcentaje de donantes potenciales de quienes se trasplantó al menos un órgano.
  • Tasa de trasplante: número de órganos trasplantados como porcentaje del total de donantes potenciales.

Los donantes potenciales se definen como pacientes hospitalarios menores de 75 años cuya muerte es compatible con la donación. Con estos datos, CMS clasifica a las OPO en tres niveles: Tier 1 (25 % superior), Tier 2 (media) y Tier 3 (por debajo de la media nacional del año anterior).

A partir de 2026, las organizaciones en Tier 3 serán descalificadas y otras OPO podrán competir por sus territorios de servicio. Las que estén en Tier 2 también deberán postularse nuevamente para conservar sus contratos.

Críticas al sistema de evaluación

Desde la Asociación de Organizaciones de Procuración de Órganos (AOPO), su presidente, Jeff Trageser, ha cuestionado los criterios de CMS, alegando que podrían castigar injustamente a OPO que han mostrado mejoras sostenidas.

“Las nuevas métricas obligan a mejorar, sí, pero no se puede responsabilizar a las OPO por los órganos que los hospitales deciden no aceptar”, advirtió Jeff Trageser, quien lidera Livesharing, una OPO de Tier 1 en San Diego.

Otros actores, como Sean Fitzpatrick de New England Donor Services (Tier 2), denuncian que la metodología penaliza a las OPO grandes. Incluso un estudio publicado en American Journal of Transplantation sostiene que el sistema tiende a clasificar como de bajo rendimiento a las organizaciones más grandes.

Sin embargo, CMS rechaza estas afirmaciones, asegurando que “el éxito depende de la efectividad operativa, no del tamaño”.

Desde Carolina del Sur, David DeStefano, presidente de We Are Sharing Hope SC, alertó que su OPO permanece en Tier 3 a pesar de haber incrementado las donaciones y trasplantes en un 30 % desde 2017. Según él, su región de perfil rural y con acceso limitado a servicios de salud, enfrenta mayores tasas de órganos deteriorados, lo que afecta sus resultados.

CMS, no obstante, insiste en que no hay evidencia de que las diferencias geográficas impacten significativamente el potencial de donación entre OPO.

El impacto de la descertificación

Las OPO que pierdan su contrato podrán apelar la decisión, y sus funciones se mantendrán hasta enero de 2027 para evitar interrupciones. Pero desde AOPO advierten que el proceso generará “caos”.

“La transición no será fluida. El nuevo liderazgo deberá enfocarse en asuntos logísticos en lugar de su misión central que es, acompañar a las familias en momentos críticos y facilitar la donación”, mencionó Jeff Trageser.

Además, la salida de personal en las OPO descalificadas podría debilitar las relaciones con hospitales de trasplante, añadió Steve Miller, director ejecutivo de AOPO.

En contraste, algunas organizaciones de Tier 1 ven en este proceso una oportunidad. Matthew Wadsworth, CEO de Life Connection of Ohio, ya se prepara para postularse en al menos una región Tier 3. “La donación mejorará rápidamente bajo un liderazgo más eficaz”, afirmó. También señaló que la expansión podría reducir costos operativos y ofrecer economías de escala para su OPO, que es más pequeña.

Sin embargo, la falta de detalles sobre el proceso, por ejemplo, si las nuevas OPO heredarían los activos de las anteriores, complica la planificación. “Necesitamos claridad para hablar con nuestra junta sobre presupuestos y personal”, dijo Wadsworth.

Desde CMS confirmaron que la guía oficial sobre el proceso de descertificación será publicada antes del informe de desempeño de la próxima primavera.

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