El Dr. Héctor Nazario, Jefe de Hepatología en el Methodist Dallas Medical Center, compartió en una reciente charla su perspectiva sobre cómo la medicina debe evolucionar hacia un enfoque más integral y humano, con una visión clara sobre la prevención y el manejo de enfermedades avanzadas. Su enfoque está centrado en entender al paciente en su totalidad, no solo desde la perspectiva médica, sino también desde el punto de vista social y emocional.
Nazario recordó sus inicios junto a su padre, quien era médico de familia en Yauco y Maricao. Su padre le enseñó que la medicina no se trata solo de tratar órganos específicos, sino de comprender al paciente en su totalidad. Este enfoque integral, que aborda no solo los aspectos médicos, sino también los sociales, emocionales y financieros del paciente, es esencial para brindar una mejor calidad de vida y resultados más positivos.
Uno de los puntos más destacados en su intervención fue la importancia de lo que él denomina “cuidado preventivo terciario”. Este concepto surge al considerar que, incluso en pacientes con enfermedades avanzadas como la cirrosis o la insuficiencia cardíaca, la prevención y la intervención temprana son cruciales para mejorar la calidad de vida y las posibilidades de recuperación. Según Nazario, un trasplante de hígado no solo depende de los factores médicos, sino también de la estabilidad psicosocial y financiera del paciente.
Nazario también resaltó la necesidad de evaluar a los pacientes lo antes posible, especialmente aquellos que podrían necesitar un trasplante de órganos. Cuanto más temprano sea el diagnóstico y la intervención, mayores serán las posibilidades de que el paciente se beneficie de un trasplante, logrando años de vida adicional. En este sentido, es fundamental que los profesionales de la salud tomen decisiones basadas en los hechos y no en prejuicios relacionados con el origen o los recursos del paciente.
El Dr. Nazario señaló que, a menudo, las barreras en el acceso a planes médicos y las dificultades logísticas retrasan el proceso de trasplante, lo cual puede poner en peligro las oportunidades de recuperación del paciente. Es crucial que los centros de trasplante y los profesionales de la salud trabajen de manera más coordinada para garantizar que todo el proceso de atención al paciente esté alineado y centrado en sus necesidades y circunstancias particulares.
Finalmente, Nazario dedicó unas palabras a su familia, especialmente a su padre, quien lo inspiró a seguir su carrera en medicina. A pesar de las dificultades y desafíos que enfrentan tanto los médicos como los pacientes, el Dr. Nazario subrayó que lo más gratificante de su trabajo es el cuidado y la sonrisa de los pacientes, quienes son el centro de su vocación profesional.