Los hallazgos de un estudio recientemente publicado en Puerto Rico señala que los pacientes pediátricos con trastornos tiroideos pueden beneficiarse significativamente de la tiroidectomía, dependiendo de su estado clínico y etapa de la enfermedad.
En el mismo se evaluaron los diagnósticos en estos pacientes pediátricos sometidos a cirugía tiroidea, entre ellos: carcinoma tiroideo bien diferenciado (39%), enfermedad de Hashimoto (16%), adenoma folicular (14%) y enfermedad de Graves (12%).
El procedimiento quirúrgico en estos pacientes incluyó principalmente la tiroidectomía total (cirugía para extirpar toda o parte de la glándula tiroides), con extirpación de ganglios linfáticos centrales, que se llevó a cabo en un 44% de los casos, seguida por la hemitiroidectomía con istmectomía (35%) y la tiroidectomía total sola (10%). Se presentaron complicaciones en una minoría de pacientes, siendo las más comunes la lesión del nervio laríngeo recurrente y hematoma cervical, ambos reportados en un 2%.
Los resultados de este estudio resalta la importancia de un diagnóstico preciso y un tratamiento quirúrgico adecuado en estos pacientes para asegurar resultados óptimos, dado a que se lograron 124 tiroidectomías exitosas con solo siete complicaciones.
El estudio también destacó el uso de técnicas innovadoras como el monitoreo nervioso intraoperatorio y los sellantes hemostáticos vasculares. Estas herramientas han demostrado ser efectivas en la reducción del riesgo de lesión del nervio laríngeo recurrente y en la disminución de los tiempos operatorios, lo que resulta crucial para mejorar la seguridad y eficacia de los procedimientos quirúrgicos en esta población pediátrica.
La terapia postoperatoria que incluye la administración de calcio oral y calcitriol ha demostrado ser una estrategia efectiva para mitigar el riesgo de hipocalcemia postoperatoria tras la extracción total de la glándula tiroides. Este enfoque es fundamental para asegurar una recuperación óptima y minimizar complicaciones a largo plazo en los pacientes pediátricos que se someten a cirugía tiroidea.
Por ende, la combinación de un diagnóstico certero, técnicas quirúrgicas avanzadas y un manejo postoperatorio eficaz son claves para mejorar el pronóstico de los pacientes pediátricos con trastornos tiroideos, como lo pueden ser: Bocio, que representa el agrandamiento de la tiroides y el hipertiroidismo, cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita.
¿Cómo saber si hay problemas de tiroides?
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Cansancio
- Intolerancia al frío (carácter muy friolero)
- Apatía e indiferencia
- Depresión
- Disminución de memoria y de la capacidad de concentración mental
- Piel seca, cabello seco y quebradizo
- Fragilidad de uñas
- Palidez de piel
- Aumento de peso
- Estreñimiento pertinaz
- Somnolencia excesiva.