La obesidad sigue en aumento al igual que las alternativas para su tratamiento

frame fotos notas ph latam (38)
Dr. Iván Rivera Nazario, endocrinólogo y especialista en obesidad.

La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública alarmante, afectando a una gran parte de la población. Según el Dr. Iván Rivera Nazario, endocrinólogo y especialista en obesidad, la prevalencia de la obesidad en Puerto Rico y Estados Unidos ronda actualmente el 47% y se estima que superará el 50% en los próximos años. Esto significa que al observar a nuestro alrededor en cualquier lugar público, podríamos notar que una de cada dos personas vive con esta condición.

La obesidad se define principalmente a través del índice de masa corporal (IMC), una métrica que considera tanto la altura como el peso de un individuo. Un IMC superior a 30 clasifica a la persona como obesa, y esta clasificación se divide en tres categorías: clase 1, clase 2 y clase 3. Esta subclasificación es esencial para determinar el tratamiento adecuado y la gravedad de la condición del paciente. 

Inyecciones para rebajar

Con el auge de las redes sociales, muchos han escuchado hablar de los nuevos medicamentos inyectables que están revolucionando el tratamiento de la obesidad, como los agonistas de GLP-1. Entre ellos se encuentran el semaglutide, conocido popularmente como Ozempic, y el trisepatide. “La mayoría de ellos, en un principio, se utilizaron para control de la diabetes y todos son inyectables”, señala el Dr. Rivera. 

Originalmente diseñados para el control de la diabetes, estos medicamentos han demostrado eficacia en la pérdida de peso al fomentar una sensación de saciedad prolongada y reducir el vaciado gástrico.”Hasta cierto punto disminuye el vaciado gástrico y el paciente se siente lleno por más tiempo”, menciona el experto. 

El Dr. Rivera Nazario enfatiza que la pérdida de peso saludable se sitúa entre 1 a 2 libras por semana, un objetivo que puede parecer modesto pero que es sostenible y seguro. Sin embargo, el médico advierte que es crucial que los pacientes no se enfoquen únicamente en el número de la báscula, sino en mejorar su calidad de vida y salud general. 

Además, el tratamiento de la obesidad no es un camino que debe recorrer el paciente solo. Es fundamental un enfoque multidisciplinario que incluya nutricionistas y otros profesionales de la salud para crear un plan adaptado a las necesidades específicas del individuo. Es vital tener en cuenta que algunos pacientes pueden enfrentar contraindicaciones para el uso de estos medicamentos, especialmente aquellos con antecedentes familiares de cáncer de tiroides medular.

El Dr. Rivera también señala que la obesidad es un estado inflamatorio crónico que puede conducir a otras enfermedades graves, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, abordar la obesidad no es solo una cuestión estética, sino una necesidad para mejorar la salud y la calidad de vida de quienes la padecen.

El mensaje del Dr. Rivera es claro: “Hay alternativas, lo único que tenemos que tener es disposición y ganas de hacer”, dice. La llegada a la consulta médica es el primer paso en un largo camino hacia un estilo de vida más saludable. La obesidad no debe ser motivo de vergüenza; es una condición médica que requiere atención y tratamiento adecuado. 

Así, el Dr. Rivera concluye que, a pesar de los desafíos, con el apoyo adecuado y un enfoque integral, es posible lograr cambios significativos y duraderos en la salud de los pacientes que viven con obesidad.

Últimos artículos