Los pacientes con artritis reumatoide tienen múltiples desafíos, pero la alimentación no es uno de ellos, puesto que una dieta adecuada puede desempeñar un papel clave en el control de tus síntomas y la mejora de tu calidad de vida.
Si bien no existe una dieta única que pueda disminuir tus síntomas de la artritis reumatoide, los especialistas recomiendan ciertos cambios en la alimentación que pueden marcar la diferencia, según tus requerimientos, y esa es una conversación que debes tener con tu médico.
No obstante, un punto de partida que puedes tomar es adoptar una dieta antiinflamatoria, lo que implica aumentar el consumo de alimentos que ayuden a reducir la inflamación en el cuerpo, como frutas y verduras frescas. Las bayas, las verduras de hoja verde oscuro, los tomates y los pimientos son solo algunos ejemplos de alimentos ricos en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden ser beneficiosos.
Los ácidos grasos omega-3 también son importantes en la dieta de las personas con artritis reumatoide. Se pueden encontrar en pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, así como en nueces y semillas de lino. Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad.
Por otro lado, se recomienda limitar la ingesta de grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como la carne roja y los productos lácteos enteros. Estos alimentos pueden aumentar la inflamación en el cuerpo y empeorar los síntomas de la artritis reumatoide.
Además, es importante aumentar la ingesta de fibra, que se encuentra en alimentos como granos enteros, legumbres, frutas y verduras. La fibra no solo puede ayudar a mantener un peso saludable, sino que también puede beneficiar la salud digestiva, algo crucial para las personas con artritis reumatoide.
En cuanto al alcohol y la cafeína, se recomienda moderación. El exceso de estas sustancias puede aumentar la inflamación en el cuerpo y empeorar los síntomas de la enfermedad. Optar por alternativas más saludables, como agua o té verde, puede ser beneficioso.
En definitiva, la nutrición juega un papel importante en el manejo de tu artritis reumatoide. Recuerda que adoptar una dieta antiinflamatoria, rica en frutas, verduras, ácidos grasos omega-3 y fibra, mientras limitas la ingesta de grasas saturadas, alcohol y cafeína, puede ayudar a controlar tus síntomas y mejorar tu calidad de vida aunque padezcas esta enfermedad.
Por último, pero no menos importante, es trabajar con tu médico o dietista para desarrollar un plan de alimentación que se adapte a tus necesidades individuales y te ayude a optimizar tu salud en general.
Fuentes consultadas: Organización Mundial de la Salud (OMS), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, la Sociedad Americana de Reumatología (American College of Rheumatology) y la Arthritis Foundation.