Nutrición y cáncer de próstata: cómo llevar una dieta saludable

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Adoptar un estilo de vida que incluya una alimentación equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata y mejorar la salud general. Imagen de archivo

Un estilo de vida saludable es fundamental para el bienestar general y puede desempeñar un papel crucial en la prevención del cáncer de próstata. Alcanzar y mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular es vital. La evidencia sugiere que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata avanzado, que es aquel que se disemina o reaparece.

El exceso de peso no solo incrementa el riesgo de cáncer de próstata, sino también de otros tipos de cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Por lo tanto, es vital tomar medidas para gestionar el peso corporal.

Estrategias para mantener un peso saludable

  • Dieta equilibrada: Consumir principalmente verduras y limitar la ingesta de carnes rojas y procesadas. Aprender a controlar las porciones y comprender la información en las etiquetas nutricionales.
  • Conocer el IMC: Mantenerse informado sobre tu Índice de Masa Corporal (IMC) y buscar lograr un peso ideal basado en tu altura.
  • Actividad física regular: Realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana. Esto no solo ayuda a controlar el peso, sino que también reduce el riesgo de otras enfermedades.

Consejos nutricionales

  • Porciones: Mantener un control sobre las porciones de los alimentos que consumes. Es importante conocer las cantidades adecuadas para cada grupo de alimentos.
  • Leer etiquetas: Aprender a leer las etiquetas nutricionales para seleccionar opciones más saludables.
  • Limitar azúcares y grasas: Reducir el azúcar añadido en tu dieta y optar por grasas saludables, como las monoinsaturadas que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva y los aguacates.
  • Incluir fibra: Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos integrales para mejorar la salud digestiva y contribuir a la saciedad.
  • Modular el sodio: Limitar  el consumo de sodio para controlar la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Calcio y vitamina D: Ingierir suficiente calcio y vitamina D para mantener huesos fuertes y saludables, especialmente si la persona está bajo terapia hormonal que puede debilitar los huesos.
  • Limitar el alcohol: Si la persona consume alcohol debe hacerlo con moderación para reducir el riesgo de varios tipos de cáncer. 

Antes de considerar suplementos, es recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que algunos pueden interferir con tratamientos oncológicos. Es preferible obtener nutrientes de alimentos integrales, igualmente, alimentos ricos en licopeno, como tomates, y semillas de lino, han mostrado efectos potenciales en la reducción del riesgo de cáncer de próstata. 

Adoptar un estilo de vida que incluya una alimentación equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata y mejorar la salud general. Es importante consultar con un nutricionista o profesional de la salud para personalizar tu dieta y asegurarte de que estás en el camino correcto hacia una vida más saludable.

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