¿Usas Ozempic? Comer en exceso durante las fiestas puede ser un riesgo latente

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Estos hallazgos subrayan la importancia de una supervisión médica adecuada para quienes están bajo este tratamiento. Imagen de archivo

Durante las festividades es común que muchos pacientes que usan Ozempic, un medicamento diseñado para controlar la diabetes tipo 2 y la obesidad, piensen en ¿cómo disfrutar de las numerosas comidas sin comprometer su salud? Expertos en salud advierten sobre los peligros potenciales de comer en exceso mientras se sigue este tratamiento, destacando efectos adversos que podrían complicar la situación.

El Dr. Harsh Sheth, cirujano bariátrico y laparoscópico gastrointestinal, explica que Ozempic actúa retardando el vaciamiento gástrico y suprime el apetito. Esta combinación puede llevar a que las personas que consumen comidas copiosas experimenten síntomas desagradables como hinchazón, náuseas y una sensación de saciedad que persiste más de lo habitual. “Para quienes padecen gastroparesia preexistente, este efecto puede ser aún más pronunciado”, añade. 

El riesgo se ve incrementado durante y después de las fiestas, cuando los alimentos ricos en grasas son comunes. Según una revisión sistemática de 2022, los platillos típicos de la temporada pueden ralentizar aún más el vaciamiento gástrico, aumentando la posibilidad de problemas gastrointestinales severos, como reflujo y, en casos extremos, bloqueo intestinal.

Otro aspecto alarmante es el riesgo de hipoglucemia. El Dr. Sheth señala que si los pacientes consumen en exceso, pueden experimentar picos de glucosa seguidos de caídas bruscas en los niveles de azúcar en sangre. Esto es especialmente preocupante para aquellos que toman Ozempic junto con insulina o sulfonilureas, donde el riesgo de hipoglucemia puede aumentar significativamente.

Además de los problemas gastrointestinales y el control de la glucosa, la combinación de alcohol y Ozempic también presenta riesgos. El Dr. Michael Baumholtz, cirujano plástico certificado, menciona que el alcohol puede interferir con la respuesta del cuerpo a la hipoglucemia y, al ser “calorías vacías”, podría contrarrestar los efectos de pérdida de peso del medicamento. “El alcohol también puede irritar el revestimiento del estómago, exacerbando el malestar gastrointestinal”, advierte.

Además, el uso de Ozempic ha suscitado preocupaciones sobre la exacerbación de trastornos alimentarios. El Dr. Sheth destaca que los efectos supresores del apetito de este fármaco pueden fomentar hábitos alimentarios restrictivos, dando paso a episodios de atracones cuando el apetito regresa. Investigaciones recientes en el International Journal of Eating Disorders han descrito el uso indebido de GLP-1 como una “conducta de trastorno alimentario”, lo que podría interferir con la recuperación de quienes padecen estas condiciones.

Los datos de la FDA revelan un aumento en los casos de abuso de agonistas del receptor de GLP-1, siendo la semaglutida la más asociada a informes de “abuso de drogas” y “uso sin receta”. Estos hallazgos subrayan la importancia de una supervisión médica adecuada para quienes están bajo este tratamiento.

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