Durante décadas, muchos de los alimentos que consumimos a diario—desde cereales hasta caramelos—han sido coloreados con tintes artificiales derivados del petróleo. Aunque estos compuestos lograban tonalidades brillantes y estables, su origen y posible relación con problemas de salud, especialmente en niños, han generado controversia en la comunidad médica y científica.
En un paso considerado histórico por muchos expertos en salud pública, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado recientemente tres nuevos colorantes alimentarios provenientes de fuentes naturales. Esta decisión forma parte de un esfuerzo más amplio liderado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), bajo la dirección del secretario Robert F. Kennedy Jr., para eliminar progresivamente los tintes sintéticos del sistema alimentario del país.
“Estamos tomando medidas reales para proteger a las familias”, dijo Kennedy. “Estos nuevos colorantes no solo son seguros, sino que también reflejan un enfoque más responsable y saludable hacia lo que ponemos en nuestras mesas”.
Esta transformación no solo responde a preocupaciones de salud pública, sino también a la creciente demanda de los consumidores por alimentos más naturales y menos procesados. Cada vez más personas están interesadas en entender los ingredientes de sus alimentos y prefieren productos con componentes que reconozcan y puedan pronunciar.
¿Cuáles son los nuevos colorantes aprobados y de dónde provienen?
1. Galdieria extract blue: un azul brillante de las profundidades del mundo microbiano
Este nuevo colorante azul proviene de un alga microscópica llamada Galdieria sulphuraria. A pesar de ser una alga roja, este organismo tiene la capacidad de producir un color azul vibrante cuando se procesa adecuadamente. El extracto ha sido aprobado para una amplia gama de productos, incluyendo bebidas no alcohólicas, yogures, cereales, caramelos, helados, cremas batidas (incluyendo alternativas no lácteas) y más.
Esta alga es interesante no solo por su capacidad de generar color, sino por su resistencia a ambientes extremos, como aguas calientes o ácidas. Fermentalg, la compañía francesa que presentó la petición, desarrolló el proceso para extraer el color sin dañar las propiedades naturales del alga, y cumpliendo con estrictos estándares de seguridad alimentaria.
2. Butterfly pea flower extract: el color azul que también puede volverse púrpura o verde
La segunda sustancia aprobada proviene de una flor conocida como Clitoria ternatea, o «flor de guisante mariposa». Usada tradicionalmente en tés y postres en el sudeste asiático, esta flor tiene la propiedad única de cambiar de color dependiendo del nivel de acidez (pH) del alimento o bebida en que se encuentra. Esto permite obtener tonalidades que van desde un azul profundo hasta un morado intenso o un verde natural.
Este colorante ya era aprobado para bebidas deportivas, jugos, caramelos y helados. Ahora, gracias a la petición de Sensient Colors LLC, también podrá usarse en productos como cereales listos para comer, papas fritas, galletas saladas y chips multigrano.
3. Fosfato de calcio: blanco puro y seguro
Aunque menos vistoso, este colorante blanco tiene aplicaciones muy útiles. Se trata del fosfato de calcio, un compuesto que también se encuentra naturalmente en nuestros huesos y dientes. Ha sido aprobado para usarse en productos como coberturas de dulces, azúcar para donas y productos de pollo listos para comer.
Esta sustancia no solo aporta color, sino que también puede tener un papel estructural o funcional en los alimentos, y su perfil de seguridad es altamente favorable. La empresa Innophos Inc., ubicada en Nueva Jersey, fue quien presentó esta solicitud.
¿Por qué es importante esta transición? Salud, ciencia y confianza
¿Son peligrosos los colorantes artificiales?
Diversos estudios han sugerido que algunos colorantes sintéticos podrían tener efectos negativos sobre la salud, especialmente en niños susceptibles. Por ejemplo, se ha investigado la relación entre ciertos tintes y trastornos de comportamiento como el TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad), aunque los resultados han sido mixtos. Si bien no hay consenso absoluto, la eliminación de estos colorantes en favor de opciones naturales más seguras es vista por muchos profesionales de la salud como una medida preventiva responsable.
¿Cómo evalúa la FDA estos colorantes?
La FDA no aprueba un colorante sin antes realizar un riguroso proceso de evaluación que incluye:
- Estudios toxicológicos (seguridad a corto y largo plazo).
- Análisis del nivel de exposición probable a través de la dieta.
- Revisión de literatura científica.
- Evaluaciones de calidad del proceso de extracción y purificación.
Una vez aprobado, cualquier fabricante puede usar ese colorante, siempre que se ajuste a las condiciones específicas establecidas (por ejemplo, tipo de alimento y concentración permitida).
¿Qué pueden hacer médicos y pacientes?
- Médicos: pueden orientar a pacientes con sensibilidades alimentarias o niños con TDAH sobre opciones alimenticias con menos aditivos sintéticos.
- Pacientes: pueden leer etiquetas, optar por productos con ingredientes naturales y apoyar marcas comprometidas con la salud pública.
Una nueva era para el color en los alimentos
La transición a colorantes naturales es una muestra de cómo la ciencia, la política pública y las preferencias de los consumidores pueden alinearse para mejorar la calidad de vida. Esta decisión no elimina todos los riesgos asociados con los alimentos ultraprocesados, pero representa un avance importante hacia un sistema alimentario más transparente, seguro y saludable.