Un reciente estudio publicado en JAMA Internal Medicine sugiere que ciertos tipos de estatinas podrían disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, una enfermedad que, según el Instituto Nacional del Cáncer, ocupa el sexto lugar en la lista de causas de muerte por cáncer en Estados Unidos. La investigación se centró en la relación entre el uso de estatinas y el riesgo de carcinoma hepatocelular en pacientes con enfermedad hepática crónica.
El estudio, que abarcó a 16.501 participantes, de los cuales 3.610 eran usuarios de estatinas, reveló que el uso de estas medicinas podría reducir la incidencia acumulada a 10 años de cáncer de hígado y descompensación hepática, una condición crítica que puede llevar a cirrosis y complicaciones graves.
Los investigadores identificaron que los pacientes que usaron estatinas lipofílicas, como la atorvastatina y la simvastatina, mostraron los mejores resultados en términos de prevención del cáncer de hígado. Además, aquellos con una exposición más prolongada a estas medicinas presentaron una reducción significativa en el riesgo de desarrollar tanto carcinoma hepatocelular como descompensación hepática.
Durante el seguimiento del estudio, se documentaron 755 nuevos casos de carcinoma hepatocelular y 2.011 casos de descompensación hepática. Los hallazgos indicaron que solo el 3.8% de los usuarios de estatinas desarrollaron carcinoma hepatocelular en comparación con el 8% de los no usuarios, lo que representa una disminución del 33% en el riesgo.
Asimismo, la incidencia de descompensación hepática fue del 10.6% entre los usuarios de estatinas, frente al 19.5% en los no usuarios, resultando en un riesgo 22% menor para este grupo.
El estudio también exploró la influencia del tipo de estatina en los resultados. Si bien las estatinas lipofílicas mostraron mejores resultados en la prevención del carcinoma hepatocelular, las estatinas hidrofílicas tuvieron un mejor desempeño en la reducción de la descompensación hepática. Estos datos sugieren que los diferentes tipos de estatinas pueden tener efectos variados sobre la salud hepática.
Sin embargo, los investigadores advierten sobre las limitaciones del estudio, que se realizó en una población predominantemente blanca y a partir de un solo sistema de atención médica, lo que puede limitar la generalización de los resultados. Además, factores como el estado socioeconómico y el acceso a la atención médica podrían haber influido en los hallazgos.
A pesar de estas limitaciones, los autores del estudio destacan el potencial de las estatinas como agentes quimiopreventivos contra el carcinoma hepatocelular, abriendo la puerta a nuevas investigaciones que podrían confirmar su eficacia en este contexto.